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El swatting es una broma peligrosa en la que alguien llama a los servicios de emergencia para denunciar falsamente a otra persona y hacer que las fuerzas del orden (como una brigada de los SWAT) utilicen armas de fuego para resolver la situación. Obtenga más información sobre el swatting y cómo actúa a continuación. A continuación, protéjase contra otras estafas en línea y amenazas digitales con un avanzado software de seguridad.
El swatting es una jugarreta ilegal. Consiste en realizar una llamada a los servicios de emergencia y acusar a otra persona de un delito o crimen. En general, la acusación es tan grave que requiere la inmediata actuación armada de los cuerpos policiales. Las fuerzas de seguridad se presentan en el domicilio de la víctima para afrontar una amenaza inexistente, lo que puede tener consecuencias desastrosas.
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El swatting se practica sobre todo en las comunidades de streaming y juegos y expone a los jugadores y a otras personas a riesgos muy elevados. Sin embargo, las llamadas de swatting también afectan a muchos otros perfiles, que van de personalidades políticas a gente sin relevancia pública o personas mayores.
Las llamadas de swatting suelen ser más habituales en la comunidad de juegos en línea.
La definición actual de swatting se incorporó al diccionario hace pocos años. Merriam-Webster añadió la entrada «swat» a su edición de 2019. Sea como fuere, cada vez se dan más incidentes. Las llamadas de swatting se doblaron en el período 2022-2023.
Un engaño de swatting comienza por obtener información personal de la víctima, como la dirección del domicilio y el número de teléfono. A continuación, el swatter efectúa la llamada de swatting a la policía (o al 112) para informar de una situación de emergencia en el domicilio de la víctima, con el consiguiente desplazamiento de la policía al lugar de los hechos.
Para acceder a los datos personales de la víctima, el delincuente puede llegar a usar el hackeo. También es posible obtener la información sin hackear; por ejemplo, mediante phishing u otras estratagemas de ingeniería social. Para el swatter aún resulta más fácil si el objetivo ha sido víctima de doxxing y su dirección física u otros datos de contacto se han expuesto en línea.
Un incidente de swatting suele comenzar cuando el delincuente busca información personal en internet.
A continuación, el swatter enmascara su ubicación y el número al llamar a la policía mediante la falsificación del identificador de llamadas. Después, puede acusar gravemente a la víctima o hacerse pasar por alguien que ha cometido un crimen; por ejemplo, confesar que acaba de cometer un crimen. En otros casos, puede asegurar que quien llama es un vecino y que se han oído disparos en el domicilio de la víctima.
A partir de ese momento, el swatter ya ha completado el procedimiento. Las fuerzas del orden decidirán cómo responder a la llamada. Si el incidente denunciado parece ser lo suficientemente grave, se puede enviar una patrulla de fuerzas especiales de la policía (SWAT en EE. UU.).
En efecto, el swatting es ilegal. En Estados Unidos se tipifica como crimen federal; por lo tanto, suele castigarse como crimen grave. Las sanciones por swatting pueden ser severas. Los perpetradores pueden tener que pagar multas cuantiosas o cumplir largas condenas en prisión.
El swatting es sumamente peligroso para quienes responden a la llamada y para las víctimas. Ignorantes de lo que sucede, las víctimas podrían reaccionar negativamente ante las fuerzas de seguridad y obligar a la policía a actuar con todas las consecuencias.
Además, el swatting perjudica a los vecindarios y las comunidades. Las autoridades pueden aplicar situaciones de confinamiento o de alerta en los casos de swatting que impliquen amenazas de bomba, francotiradores o ataques terroristas.
Y aunque una broma de swatting no acabe en tragedia, consume recursos y dinero de los contribuyentes que son mucho más necesarios para combatir amenazas reales.
En el transcurso de los años, ha habido numerosísimos incidentes de swatting. A continuación, se enumeran varios ejemplos:
Swattings de personajes famosos (2013): muchos personajes famosos fueron víctimas de swatting, entre otros Miley Cyrus, Ashton Kutcher, Tom Cruise y Justin Bieber.
Swatting de streaming en directo (2014): Jordan Mathewson fue víctima de swatting durante una partida de juegos en streaming en directo. El swatter llamó al número de emergencias para denunciar un caso de rehenes retenidos por la fuerza de las armas en su ubicación. Fue uno de lo primeros eventos virales más importantes que contribuyeron a propagar la práctica del swatting, especialmente entre los jugadores en línea.
Swatting de Wichita (2017): un oficial de policía mató con un arma de fuego a Andrew Finch en su domicilio después de responder a una llamada de swatting. El swatter, que se llamaba Tyler Barriss, pretendía atacar a otro jugador, pero indicó por error la dirección de Andrew Finch. Barriss fue declarado culpable y condenado a 20 años de cárcel.
Swatting de Tennessee (2020): un anciano llamado Mark Herring fue víctima de swatting como represalia por haberse negado a vender su cuenta de Twitter. El swatter denunció que Mark Herring había matado a una mujer en su casa. El hombre falleció a causa de un ataque al corazón cuando vio su casa rodeada por fuerzas policiales fuertemente armadas.
Swatting vacacional (2023-2024): a partir de diciembre de 2023 y a lo largo de 2024, se ha producido una ola de incidentes de swatting contra políticos estadounidenses. Más de una docena de políticos, contribuyentes a las campañas y simpatizantes destacados sufrieron swatting en lo que se denominó swatting vacacional porque los ataques se produjeron durante el período de vacaciones.
Las llamadas de swatting son un ciberdelito peligroso de consecuencias muy graves e incluso la muerte. Lamentablemente, esta clase de incidentes sigue perpetrándose al incrementar el tiempo que dedicamos a estar en línea, lo que facilita a los swatters descubrir información personal y usar la tecnología para encubrir sus acciones.
Puede protegerse contra el swatting manteniendo a salvo su identidad en línea. Actúe con cuidado en internet, nunca revele información personal y actualice las contraseñas con regularidad. Además, utilice Avast Free Antivirus en todos sus dispositivos para bloquear las estafas en internet y proteger su vida digital.