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Mucha gente utiliza los términos «malware» y «virus» como sinónimos, pero no son exactamente lo mismo. La diferencia es esta: «malware» es un término genérico, mientras que los virus son simplemente uno de los muchos tipos de malware que existen. Siga leyendo para aprender más sobre la diferencia entre malware y virus, y sobre cómo puede protegerse contra ambos.
Malware es un término genérico para cualquier software malicioso escrito específicamente para infectar y dañar el sistema anfitrión o a su usuario. Un virus informático no es más que un tipo de malware. Al igual que todos los cuadrados son rectángulos (pero no todos los rectángulos son cuadrados), todos los virus son malware, pero no todo el malware es un virus.
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Por tanto, si se pregunta si el malware y los virus son lo mismo, la respuesta es un «no» categórico. Bajo malware se incluye a los virus, el spyware, el adware, el ransomware y otros tipos de software dañino. Conocer las diferencias entre los virus y otros tipos de malware es útil a la hora de prevenirlos y eliminarlos.
Un virus informático está diseñado para copiarse a sí mismo y propagarse a otros dispositivos tanto como sea posible, al igual que un virus biológico infecta a su anfitrión, se autorreplica y se contagia a otros anfitriones. Los virus informáticos proliferan infectando aplicaciones y el correo electrónico, y pueden transmitirse mediante medios extraíbles, sitios web infectados, archivos adjuntos de correo electrónico e incluso los routers de red.
Lo que hace exactamente un virus depende de su nivel de sofisticación. Un código malicioso sencillo daña el disco duro o elimina archivos. Un virus más complejo podría ocultarse en su equipo y realizar acciones no deseadas, como bombardearlo con spam. Existen virus muy avanzados, denominados virus polimórficos, que modifican su propio código para evitar ser detectados.
Por encima del malware y los virus se sitúa una amenaza mayor y más amplia: las amenazas. Las amenazas engloban el malware y también otros peligros en línea como el phishing, el robo de identidad, la inyección SQL y otros.
La confusión entre virus y malware se debe a que algunos términos están muy extendidos entre la población. Una vez que una palabra o expresión queda grabada en el inconsciente colectivo, tiende a permanecer. Por ejemplo, seguimos hablando de «tirar de la cadena», aunque hoy en día prácticamente ningún inodoro sigue empleando ese mecanismo. Las viejas costumbres se resisten a desaparecer.
Los primeros ejemplares de malware en la década de 1970 se denominaron «virus». Los primeros programas antimalware publicados en las décadas de 1980 y 1990 se denominaban «antivirus» porque ese era el principal problema en aquel momento. Muchas de estas herramientas siguen utilizando ese nombre, aunque protejan de muchas más cosas que los virus. ¡Es el caso de nuestro Avast Free Antivirus!
Si no se dispone de protección alguna, ¿importa si el malware y los virus son o no lo mismo? Lo cierto es que no. Sin un antivirus potente, será vulnerable a toda clase de malware. Avast bloquea más de 66 millones de amenazas al día y nos encantaría mantenerlo también protegido a usted.
El paisaje de la ciberseguridad está evolucionando. Por desgracia, hay más indeseables que nunca y cuentan con motivación (ya sea económica o de otro tipo) para innovar. Los virus no son el único riesgo al que se enfrentan hoy en día los usuarios de Internet:
Gusano: un malware autorreplicante cuya principal función es saltar de un equipo a otro, a menudo sin hacer nada más aparte de replicarse.
Adware: spam publicitario que está diseñado para inundar su dispositivo con anuncios con el fin de generar ingresos.
Scareware: le dirá que su equipo está infectado con malware y le indicará que descargue una solución. En ocasiones, la descarga en sí será malware, y en otras se sentirá presionado para pagar por un software inútil.
Spyware: como su nombre indica, espía sus acciones y registra las teclas que pulsa con la intención de robarle las credenciales de inicio de sesión.
Ransomware: esta nueva y particularmente desagradable forma de malware bloquea su equipo, carpetas o archivos y le impide acceder a ellos. En esencia, los mantiene secuestrados y le exige el pago de un rescate.
Rootkit: estos kits, los más difíciles de detectar y eliminar, se entierran profundamente en su equipo y realizan diversas actividades ilegales, como robar información del usuario (de un modo similar al spyware), enviar correo electrónico no deseado, participar en ataques DDOS o conceder a los hackers acceso remoto a su dispositivo.
Algunas de estas amenazas se superponen y las distinciones pueden ser confusas. Para mucha gente, esta clasificación no tiene importancia. Lo esencial es que alguien está intentando perjudicar a su equipo, o con él, y que usted quiere que deje de hacerlo.
El malware puede dañar cualquier clase de dispositivo, aunque, dependiendo de lo que utilice, su nivel de riesgo será diferente. Los PC con Windows son el objetivo más popular porque son los sistemas informáticos más utilizados. Los creadores de malware ignoraron los equipos Mac durante años por su menor cuota de mercado, aunque, a medida que han ido creciendo en popularidad, ha comenzado a aparecer también malware para Mac.
Smartphones y tabletas también se pueden infectar con malware, pese a su seguridad comparativamente superior. Mientras que en el iPhone solo se pueden descargar aplicaciones a través del App Store oficial, los usuarios de Android no están tan rígidamente limitados a Google Play Store. Pese a ello, aunque ambas empresas supervisan sus tiendas con diligencia, en ocasiones se cuela malware que logra infectar a algunos desafortunados usuarios antes de ser detectado y retirado. Si le sucede esto, aquí se explica cómo eliminar virus en Android.
También es posible que su smartphone o tableta se infecte con malware si lo somete a «jailbreak», un proceso que elimina las murallas defensivas alrededor de su dispositivo. En general, el «jailbreak» solo lo aplican usuarios muy avanzados que saben cómo se hace y conocen los riesgos que conlleva. Salvo que sea uno de ellos, piénselo dos veces antes de tomar este camino.
Los usuarios de iPhone solo suelen correr peligro de contraer malware si aplican «jailbreak» en sus dispositivos, mientras que Android es mucho más vulnerable a un ataque.
La mayoría del malware se esfuerza por evitar la detección, aunque hay algunos tipos que se basan en hacer que su presencia sea conocida. El ransomware, por ejemplo, le informa abiertamente de la infección con la esperanza (desde el punto de vista del creador) de que pague el rescate solicitado. Otras formas de malware, como el spyware, intentan ser lo más discretos posible. Su propósito es recabar información y les conviene hacerlo sin ser detectados.
Hay algunas señales comunes de infección maliciosa, independientemente del tipo de malware. Una de las más claras es que el equipo empieza de repente a funcionar mucho más lento. A menudo, eso significa que un malware programado de forma chapucera está absorbiendo recursos del equipo. También es posible que un disco duro lento simplemente esté cerca de su final. Aunque en este caso se habrá librado de la infección de malware, tendrá que tomar medidas para guardar sus datos.
Por supuesto, hay otras razones aparte del malware que pueden explicar los problemas de rendimiento en un equipo, y ofrecemos consejos sobre cómo acelerar su PC con Windows y formas de mejorar el rendimiento de macOS y el rendimiento del disco duro. No obstante, siempre debe comenzar comprobando si el sistema está infectado con malware. Y como muchas aplicaciones de malware bloquean la instalación de software antimalware, lo ideal es que ya tenga instalada en su equipo una herramienta de eliminación de malware.
Como muchos tipos de malware muestran síntomas similares, puede ser difícil identificar la variante precisa en su dispositivo, salvo que, como en el caso del ransomware, él mismo le informe. Sea cual sea el malware al que se enfrenta, es imperativo que tome medidas inmediatas para eliminarlo de su equipo e impedir que se extienda a otros dispositivos de la red.
En estos tiempos, ambas cosas son una y la misma: no hay distinción en cuanto a protección antivirus y antimalware. Nadie ofrece un software que detecte y elimine virus pero ignore los gusanos, los troyanos el spyware y el ransomware. Aunque el nombre del producto indique «Antivirus», como en el caso de Avast Free Antivirus, una lectura atenta debería revelar que ofrece una amplia protección (y si no es así, no lo utilice).
Los buenos paquetes de software antimalware también supervisan los clientes de correo electrónico y los navegadores web, y cuentan con una base de datos de sitios peligrosos conocidos y denunciados. Si intenta visitar un sitio conocido por contener material malicioso, el software antivirus impedirá que el sitio se cargue siquiera.
Del mismo modo, si le llega por correo electrónico un archivo adjunto sospechoso, el software antivirus lo detecta y lo traslada a una carpeta de cuarentena, desde donde no podrá abrirlo. Si verifica que el archivo adjunto es legítimo, podrá trasladarlo a una carpeta normal e indicar en el programa antivirus, como futura referencia, que la detección fue errónea.
No debe preocuparse por el tipo preciso de malware que intenta infectar su sistema: ¡hay que evitarlos todos! El mejor modo de prevenir una infección de malware y recuperarse cuando hay algún problema es contar con un potente software antivirus.
Avast Free Antivirus ofrece una completa capacidad de detección y prevención contra virus, malware, spyware, ransomware, phishing y otras amenazas, por lo que es una solución fiable para lograr una protección integral. Deje la ciberseguridad en manos de un proveedor de antivirus líder del sector.